La trampa del chavismo es intentar patear hacia adelante la crisis apostando a un agotamiento de la protesta. Lo hace mientras pierde su ala de izquierda y se erosionan los apoyos internacionales. Lula da Silva presiona por una salida mientras este drama ya es tema doméstico en Brasil y ariete electoral del bolsonarismo.
Fraude en Venezuela: del juego de “correr la arruga” a la factura brasileña


Noticias Relacionadas
La Casa Real británica muestra su faceta germana en un gran banquete de Estado para recibir al presidente de Alemania
La planificación del Pentágono de los ataques a las “narcolanchas” bajo la lupa
Venezuela: dos aerolíneas suspendieron sus vuelos tras reportes de fallas en las señales de navegación