- El artista encontró en los viajes en Uber un espacio de diálogo que lo conectó con públicos y oportunidades inesperadas.
- Su obra, atravesada por la memoria armenia, la catástrofe y la búsqueda de una verdad pictórica propia, hoy circula por galerías de Nueva York.
- Un taller monumental en Barracas funciona como eje de una trayectoria que combina vocación, riesgo y reinvención.
Alejandro Avakian: del volante de Uber a las galerías de Nueva York


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