- El escritor y cineasta presenta Rengo Yeta, segunda parte de su saga autobiográfica iniciada con El niño resentido.
- Con una prosa honesta y sin adornos, recorre su paso por la cárcel y las contradicciones de la vida en los márgenes.
- “Escribir mi vida fue una necesidad que desconocía”, afirma el autor, que ve en la literatura una forma de reparación.
César González: “Mi vida fue un golpe bajo permanente”


Noticias Relacionadas
La muestra anual de fotoperiodismo argentino narra la historia reciente del país
La sorprendente vida de artista plástica Natalia Kohen, entre la realidad y la ficción
Malinche, entre el mito y la historia: México reinterpreta a la mujer clave en la conquista