Por su talento inusual, a los 15 años se instaló en Viena con su familia para estudiar. Y no paró de ganar premios. El mismo recorrido inicial que hizo nuestra célebre pianista.
Sin sumarse a la comparación, la joven disfruta de estudiar música y hasta se asombra cuando sus amigos ponen música pop en el auto y no “una sinfonía de Rachmaninov”.
Tocará en Buenos Aires 5 y 6 de agosto, este último día en la Facultad de Derecho, con entrada libre y gratuita.
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