En algunos casos buscaba presentarlo como un peligro para las tradiciones de la Iglesia Católica y, en otros, utilizaba su imagen para defender postulados de la doctrina eclesiástica.
En numerosas ocasiones, su postura y sus reformas, a las que se opuso siempre el área más ultraconservadora de la Iglesia, han sido tergiversadas en redes en un intento de presentar al pontífice como un papa radical al servicio de una “agenda globalista” que quiere acabar con la cultura occidental.
Noticias Relacionadas
Así es por dentro Santa María la Mayor, la Basílica en Roma donde será sepultado el papa Francisco
Euforia y señales de un nuevo tiempo en la Iglesia Católica: recuerdos del primer día del papado de Francisco
Armenia conmemora los 110 años del genocidio y se enfrenta al dilema de cómo seguir con sus enemigos