La caída del régimen de Bashar al Assad, amputa un aliado central de rusos y persas, y beneficia a Turquía de modo central y adicionalmente a EE.UU. e Israel. Pero no es claro cómo se definirá el poder en el país árabe y hasta qué punto la audaz maniobra del liderazgo turco le permitirá conducir la crisis.
Crisis Siria: claros perdedores, confusos ganadores

Noticias Relacionadas
Antony Beevor: “El problema con Trump es que ni siquiera él sabe lo que hará, le encanta el caos porque siente que le da poder”
El escándalo de corrupción y mujeres causa grietas en el PSOE de Pedro Sánchez y el presidente de España queda cada vez más solo
EE.UU. despliega sus bombarderos B-2 hacia el Pacífico mientras Donald Trump analiza si interviene en la guerra entre Israel e Irán